El actor John Cleese -uno de los Monthy Phyton, la misma banda de Brazil y Los Viajeros del Tiempo, entre tantas otras películas y obras de teatro- comenzó a organizar en Londres, allá por los años 70s, unas veladas humorísticas para recaudar fondos para Amnistía Internacional y la lucha a favor de los derechos humanos. A comienzos de los años ochenta, concretamente en octubre de 1981, uno de esos eventos tuvo otro perfil, fue un concierto en el Royal Theatre con la participación de Sting, Phill Collins, Eric Clapton, Jeff Beck, Bob Geldorf, Donovan, entre otros músicos.
John Cleese había bautizado sus eventos como "the secret policeman ball" y a ese concierto profondos de 1981 se le puso por nombre "the secret policemans concert" y del cual se sacaría en 1982 un disco bajo el sello Island Records, el mismo que había ayudado a popularizar la música jamaiquina en el Reino Unido; así como un video del concierto en formato VHS. A comienzos de los años 90s se reeditaría el disco del concierto en formato CD y más adelante el video en formato DVD, aunque, curiosamente, el cd no volvió a reeditarse posteriormente, convirtiéndolo en un objeto de interés en los mercados de discos usados.
La versión inglesa del disco tenía la carátula entre azul y morado y el título en letras blancas; la versión norteamericana tenía la carátula con la misma diagramación (salvo la foto de Geldorf) pero con fondo en negro y las letras en dorado. En Venezuela se reprodujo en 1982-1983 la versión inglesa, editada en estas tierras por Sonorodven-Ariola, que todavía conservo. Recuerdo haber comprado mi copia, por 38 bolívares de los de antes (0,038 Bsf, para los que sacan cuentas) de lo que da fe la etiqueta del precio que aún tiene pegada en el envoltorio de papel celofan, en Allums-Maracaibo Import, esa discotienda que aún sobrevive en medio de la masiva desaparición de tiendas de discos en Caracas y que para aquel entonces, comienzos de los años 80s, mostraba orgullosa equipos Nakamichi, discos de música clásica y rock en sus vitrinas de la entrada sur del Centro Plaza, en Los Palos Grandes, ahí, a la vuelta de la esquina del Santiago de León de Caracas.
Como no me gustaba pedir dinero en casa, comprarme un disco como ese, por 38 bolívares de entonces, implicaba irme caminando desde el colegio a mi casa durante dos semanas (para ahorarme el dinero que me daban para el transporte) y evitarme algún almuerzo o algunos desayunos. Pero recuerdo, a cambio de ese pequeño sacrificio, haberlo escuchado hasta el cansancio en el viejo pickup Motorola o en equipo de sonido que mis padres tenían en la biblioteca de la casa de Los Chorros.
El disco tiene versiones acústicas de gran calidad, como las de Sting de sus éxitos con The Police, Roxanne y Message in a Bottle, que eran entonces parte muy importante de la banda sonora de mi vida, y la de Phill Collins de dos canciones de su primer disco como solista. Al final del disco, en otra canción cantada por Sting - en este caso una compuesta por Bob Dylan, Shall Be Released- el resto de la banda de "la policía secreta" hace los coros.
Si tuviese que montar la banda sonora de esos años finales de la escuela, antes de entrar a la universidad, seguro las canciones de este disco ocuparían un espacio muy importante. Más importante que la gaveta donde guardo el disco, que sigue esperando que me compre un tocadiscos con salida USB para volver a escucharlo, como tengo tantos años que no lo hago.
Hola Gonzalo, me gusta mucho esta Entrada por la manera de tus relatos y por la música! Me encanta, mis hijos son músicos y desde pequeños les ha gustado el rock … de estos grupos, de los años Sesenta inclusive.
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